Es indispensable trabajar en alianza

Los sectores conservadores antiderechos operan de manera articulada y estratégica. Permean en las instituciones públicas, en la política, en los medios de comunicación, y cada vez más en las redes sociales y plataformas digitales. 

Las organizaciones feministas, y todo el ecosistema de organizaciones defensoras de los derechos humanos de poblaciones históricamente discriminadas, debemos convertir la cooperación en el corazón de nuestro método de trabajo. Las alianzas aportan diversidad de perspectivas y experiencias que enriquecen las estrategias y las narrativas. 

Creemos en el poder de nuestras alianzas con organizaciones, activistas y comunidades. Construir confianzas, comprender los contextos y realidades de las comunidades, respetar sus matrices culturales y reconocer sus necesidades, son bases necesarias de alianzas sólidas. Sin esas alianzas, el litigio, aun siendo exitoso, no tendrá todo el alcance deseado. Algunos ejemplos son:

1. 

El movimiento Causa Justa, que reúne a más de 100 organizaciones feministas, logró la despenalización del aborto hasta la semana 24 en Colombia. Ese logro, del cual nos enorgullecerse haber sido parte, es una victoria histórica para el derecho al aborto y convierte a Colombia en el país con una de las legislaciones más avanzadas de América Latina y el Caribe. Seguimos siendo parte de Causa Justa, compartiendo el objetivo de lograr la despenalización social del aborto.

2.  

En Kenia, trabajamos con la madre de JMM y a FIDA Kenia ante la Corte Suprema de Kenia, abogando por abortos legales y seguros, especialmente para sobrevivientes de violencia sexual y de género. JMM era una joven que fue violada por un hombre mayor, quedó embarazada y perdió la vida tras un aborto inseguro. El Tribunal determinó que la retirada de las Normas y Directrices de 2012 para Reducir la Morbilidad y la Mortalidad, y el Currículum Nacional de Capacitación había sido arbitraria e ilegal, restableciéndolos efectivamente. También concluyó que el aborto está permitido para sobrevivientes de violencia sexual, clasificó la atención postaborto como atención de emergencia, y otorgó a la madre de JMM una compensación por la violación de los derechos sexuales y reproductivos de su hija.

3.  

Nos aliamos con el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras y el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia para acompañar a los pueblos indígenas Lenca y Tolupán en la presentación de un amicus curiae ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el marco de la Opinión Consultiva sobre Derechos Humanos y Emergencia Climática solicitada por Chile y Colombia. Estamos desarrollando junto a estos pueblos indígenas un concepto de justicia interseccional, que vincule la justicia reproductiva, racial y climática, y que evidencie los impactos desproporcionados de la crisis climática en sus comunidades.

4. 

La investigación sobre las condiciones de las trabajadoras marroquíes en los campos de fresas españoles reveló abusos sistemáticos en contra de las mujeres en los criterios de selección de las trabajadoras en Marruecos y en las condiciones laborales en España. Usamos esta información para representar a las mujeres afectadas y colaborar con organizaciones feministas locales, lo que provocó declaraciones dirigidas por la ONU hacia los gobiernos y empresas involucradas.